viernes, 20 de enero de 2012

¿Señor?, ¿qué señor?

Lo primero que pensó al verlo caído entre tarros de mermelada y latas de atún escabechado fue que un borracho había escogido su tienda de ultramarinos para dormir la mona. Un examen menos superficial del hombre, del elegante traje entallado que vestía y de la hoja de lechuga todavía pegada a la suela del zapato le permitió determinar que aquel señor no dormía como una marmota sino que se hallaba inconsciente o, lo que era peor, muerto tras la caída accidental. Se imaginó subiendo al estrado acusada de negligencia, quién sabe si de homicidio involuntario. Saltaba a la vista que tanto el accidentado como su familia podían permitirse los mejores letrados. Le impondrían una fianza a la que no podría hacer frente. Sopesó llamar a su sobrina, que estudiaba para abogada. Bajó la persiana metálica. Resultaba más práctico afilar el cuchillo jamonero y preparar la máquina Milano de cortar embutido.

10 comentarios:

  1. Buen micro David, enhorabuena. Pronto convocaremos nuestro III Certamen de Microrrelatos de Cine Arvikis-Dragonfly 2012.
    Esperamos verte por allí. Un abrazo.
    Javier

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    1. Gracias, Arvikis. Espero no faltar a vuestra cita anual. Ya ando dándole vueltas a la cabeza... ;-)

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  2. La tienda. Siempre la tienda. Da un juego acojonante. Muy bueno, maestro.

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  3. Buenísimo, qué bien escrito, con un inicio ágil que engancha y te introduce en la historia. Bravo.

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  4. Muy bueno, David. No hay que dejar huellas, por lo que pueda pasar.
    Un abrazo.

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  5. A grandes problemas, grandes soluciones.

    Un micro estupendo, David, que transita de forma ágil por la estructura de pensamiento de su protagonista. Un manejo meticuloso del péndulo narrativo, nos lleva en ese tic-tac hasta la solución definitiva.

    Un abrazo,

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  6. Maite, Raúl, Pedro, celebro vuestras palabras. Tenéis pagadas las cañas de hoy. A Spanjaard no, que es un profesional de la coba, ¡como bien sabemos todos!

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  7. Un matiz aterrador. En el relato no queda claro si el hombre está muerto o inconsciente pero el cuchillo jamonero ya está en marcha...

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  8. Vale, ya no compro más en tiendas de ultramarinos, al menos embutido...
    Solo una cosita entre tu y yo :) y aunque me digas que no eres miembro de no sé qué...
    "Le impondrían una fianza a la que no podría hacer frente" tiene una rima que seguro puedes mejorar. ¡qué tiquismiquis, ¿verdad?!
    Un abrazo

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