El acomodador iluminó una butaca libre. Recorrí la fila hasta mi localidad mientras, en la pantalla, el domador ya declaraba su amor a la trapecista. Mi vecina de asiento, entonces, me susurró al oído que la abrazara, así, sin más, y se acurrucó a mi lado, descansando la cabeza en mi hombro.
Dudé apenas unos segundos para, finalmente, acceder al deseo de la desconocida. Le pasé el brazo por detrás y cogí su hombro. Suspiró. Su cabello, ella misma, olían a jazmín. La historia del circo dejó de interesarme. Pasados unos minutos, me incorporé levemente y acerqué mis labios a su boca en penumbra. Me rechazó con delicadeza. Me suplicó que no lo estropeara y rogó que me limitara a abrazarla. Que sólo eso necesitaba.
Acabó la película y se desembarazó discretamente de mi abrazo. Al encenderse las luces observé cómo ayudaba a ponerse el abrigo al hombre de su derecha. Lo arropaba con ternura no disimulada. Y lo hacía así porque su acompañante era manco de ambos brazos. Ella se volvió y se despidió acariciándome la mejilla. Su marido también quiso agradecerme lo que había hecho por ellos y me dedicó una sonrisa de emocionada gratitud que jamás olvidaré.
(Este relato consiguió el segundo premio en el III Certamen de Microrrelatos de Cine Arvikis Dragonfly 2012)
Muy buenoooo!!!!
ResponderEliminarGracias, Eduardo, y bienvenido. Espero que vuelvas a menudo por Grimas y leyendas.
EliminarUna escena llena de personajes y actitudes inquietantes. Ese abrazo diferido pone la piel de gallina.
ResponderEliminarAbrazos
Ay, he confesado tantas veces mi predilección por la palabra inquietante que ahora no sé si me estás haciendo la rosca ;-) Celebro que el texto te haya provocado esas sensaciones. Vaya que sí.
EliminarAbrazos para ti también.
Oscura historia llena de ternura. Subterránea y humana, y muy bien tensada. Felicidades por el premio, compañero.
ResponderEliminarGracias, Pedro. Dejémoslo, entonces, en una ternura subterránea, que aquí mucho malintencionado me va a tachar de blandengue ;-) Que los conozco...
EliminarLas frases cortas hacen que la historia vaya entrando poco a poco. No quiero imaginarme la cara del tipo al final.
ResponderEliminarUn abrazo, je je
Bueno, ¡a mí me gustaría haber visto la cara del tipo al principio, jejeje! Tengo tendencia a abusar de la frase larga, de vez en cuando me fijo e intento corregir ese... ¿defecto? No sé, no sé...
EliminarUn abrazo, Anita.
Escarbando en los sentimientos y las necesidades humanas, puramente humanas, se encuentran maravillas como este micro tuyo, David. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarA ver cuando te pasas por bàsicBarcelona y hacemos un trueque.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras, maestro. Escarbando, escarbando, se llega a lo subterráneo, que decía Pedro. Me encuentro cómodo ahí.
EliminarLo del trueque está hecho. Te digo algo antes, no vaya a ser que, por lo que sea, no te encuentre allí. Una redada, por ejemplo ;-)
Un abrazo.
Pues no tenías razón, no es bueno, es muy bueno. Me gusta cómo deseo y realidad se hacen uno respetando el ámbito de cada uno.
ResponderEliminarUn no abrazo
Manuel, la lástima es que hubo uno mejor ;-) Gracias por tu generosidad.
EliminarUn abrazo (con brazos)
Muy lindo, me dio ternura ese final.
ResponderEliminarTe dejo un enlace... me hizo acordar a esto:
http://www.taringa.net/posts/info/5871272/Equot_El-abrazo-del-almaEquot_-la-mejor-foto-de-la-historia.html
¡No conocía esa historia! Lógico que te haya venido a la mente. Qué grato volver a ver al gran Ubaldo Matildo, portero del Atleti hace unas cuantas décadas... y Tarantini parece un señor, incluso. Cómo pasa el tiempo, madre mía.
Eliminar¡FOR-MI-DA-BLE, Don David!
ResponderEliminarNo cuesta nada entender que este micro haya resultado premiado, porque además de su indudable calidad literaria, contiene una historia "subterránea y humana" tal cómo ha apuntado mi tocayo el Sr. Herrero. El tono, la selección del lenguaje, la atmósfera, la construcción de los personajes, cada detalle, David, muy trabajados.
Un abrazo de admiración plena, amigo.
La verdad es que tu tocayo ha dado en el clavo, sí. No creo que pueda definirse mejor. Como siempre, me dejas sin palabras y con los carrillos arrebolados. Con lectores así da gusto echarle horas a esto.
EliminarUn abrazo plenamente admirado para ti también.
Tiernísimo y buenísimo. Te ha salido el lado blandito en esta ocasión, primo.
ResponderEliminarBlandito pero sin brazos, ¿eh? Que alejarse de lo sórdido cuesta trabajo, jejeje. Un placer tenerte por aquí de nuevo, primo.
EliminarEn este relato te sales de tu estilo habitual y has hilvanado un micro en el que la ternura prevalece. ¡Variar es bueno! Y si te lo recompensan, mejor.
ResponderEliminarDe acuerdo, de acuerdo, me he desviado un poquito de mi línea habitual. Pero sólo un poquito. Y, tienes razón, ver recompensado un texto propio produce una satisfacción enorme, no te voy a engañar.
EliminarDavid, un premio muy merecido. Me parece un relato estupendo. Felicidades. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Juan, celebro que sea así y enhorabuena por tu último poemario.
ResponderEliminarUn abrazo.
No me extraña ese premio, David.Es difícil olvidar este relato, se queda en la memoria. Haces que vea la escena y sienta allí contemplando ese abrazo y ese agradecimiento después.
ResponderEliminarBesitos
Gracias, Elysa, siempre tan generosa con mis historias. A ver qué te parece la próxima...
EliminarBesitos.
Ja ja, muy merecido tu premio. Es muy interesante que en una epoca en que todos los servicios se tercerizan (incluso los asesinatos), tambien se tercerice la ternura. La verdad es que es un metodo muy bueno que hace ahorrarle a uno mucho tiempo. Habria que contratar gente que abrace a los demas por uno (En bodas y cumpleaños se cobraria muy bien por este servicio, es un asco besar a cientos de personas que uno ni conoce, muchos estan resfriados). Por eso el hombre mutilado me parecio un explotador: debio haberle pagado al abrazador por su servicio! Pero bueno, son cosas del capitalismo, que promueve que el fuerte se aproveche de un débil como este pobre hombre que necesitaba abrazar a alguien. En sintesis... Felicitaciones! Un abrazo (gratuito sólo porque es virtual ja ja)
ResponderEliminarPobre hombre mutilado. Con los problemas que tiene, incluidos los afectivos, ¡no le llames, además, explotador!
EliminarGracias por tu comentario y un abrazo virtual para ti también.
Coincido, como ya se dice más arriba, en que el relato resulta inquietante, y a la vez expresa ternura, gratitud. Gracias, David, por tu dedicación a este esforzado arte de transmitir emociones, a modo de microcápsulas literarias, concentradas, reconstituyentes. Gracias, también, al resto de contribuyentes en este foro. La lectura de los comentarios y réplicas ha resultado un verdadero placer.
ResponderEliminarDestaco, en especial, el enlace que aporta Lucas Fulgi hacia "El abrazo del alma": http://www.taringa.net/posts/info/5871272/Equot_El-abrazo-del-almaEquot_-la-mejor-foto-de-la-historia.html
Lo dicho, un verdadero placer.
Gracias a ti por pasarte por aquí y dejar tu comentario, Flower. Y dale recuerdos a mi amigo Manel ;-)
EliminarExcelente David. Enhorabuena por el premio, sin duda merecido. Coincido con los compañeros, pone la piel de gallina. Puro sentimiento hecho palabra,muy agradable de leer por lo que transmite.
ResponderEliminarUn abrazo