martes, 21 de mayo de 2013

Amenaza terrorista



Las primeras deflagraciones llegaron atenuadas por la distancia, por los altos edificios de la zona comercial y de oficinas. Una secuencia lenta y continua, cadenciosa, como la de los estallidos de los fuegos artificiales. Al poco, sin embargo, comenzamos a escuchar las explosiones mucho más cerca. Yo mismo vi estallar a un hombre que acababa de comprar el diario en el quiosco de la plaza, junto al gimnasio. Nada más abrirlo por sus páginas centrales. ¡Pumba!, y nada quedó de él, salvo un bulto calcinado y un espantoso tufo a chuletón a la brasa.

Supe entonces que los terroristas habían cumplido su amenaza, cuando días antes anunciaron una noticia bomba en los periódicos. El quiosco de prensa voló por los aires. Presa del pánico, tiré mi ejemplar a la papelera y eché a correr sin saber muy bien qué dirección tomar.

11 comentarios:

  1. Amenaza terrorista, tuneada con motivo de la III Microquedada Relatista (Madrid, 18/5/2013)

    ResponderEliminar
  2. David, recuerdo la lectura de este microrrelato y su tuneado.

    Me encantó conocerte y poder charlar contigo.

    Un abrazo.

    PD: Es un placer compartir espacio talenturoso contigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, amigo, lo mismo digo. Meritorio por tu parte el acordarte de mi intervención porque hubo unas cuantas... ¡Y menos mal que los repetidores se abstuvieron!

      En breve empezaré la lectura talenturosa. Es un orgullo figurar entre tanto talento, ciertamente.

      Un abrazo,

      D.

      Eliminar
  3. Suscribo todo lo dicho por Nicolas o no.
    No estuve en la quedada, no recuerdo la lectura del micro y su tuneo, tampoco te conocí o charlamos. Lo cierto es que no.
    Ah, pero la postdata, la postdata es "como si fuese mía".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, Luisa, pero eso es algo subsanable... ¡el año que viene!

      Me sumo a ese "como si fuese mía". Es un orgullo ver el nombre de uno con gente tan maja y admirada.

      Un abrazo,

      D.

      Eliminar
  4. Estupendo tu micro, gracias por compartirlo aquí para que podamos conocerlo quienes no estuvimos allí.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti por un comentario tan generoso. Hubo tuneados realmente espectaculares. Me encantará ver el tuyo el próximo año ;-)

      Abrazos,

      D.

      Eliminar
  5. No vuelvo a comprar un periódico, por si las moscas...

    Nos debemos una charla.

    Besos desde el aire

    PD. A mi almohada la sucede lo mismo jajaja. Unos fantásticos micros David.

    ResponderEliminar
  6. No sólo una charla. También un postre y un café. Clásicos de la pluma como Shakespeare o Lafuente Estefanía están postergando mi lectura talenturosa. Pronto, pronto leeré tus historias. Seguro que me gustan tanto como a ti la de la almohada ;-)

    Besos terrestres,

    D.

    ResponderEliminar
  7. David, fue un micro que me impactó cuando lo leíste, más que al leerlo ahora, que ya conozco el final. He leído tus micros Deantología y ese reloj viejito me ha dado tanta pena como a su dueño, tremendo ese "ha olvidado para qué sirve". De la almohada, me ha encantado el despertador con narcolepsia, menos mal que no tengo uno así, si no perdería el autobús de la empresa todos los días. Un derroche de imaginación lo tuyo.
    En la próxima microquedada en vez de preguntarte tres veces quién eres, prometo charlar contigo ;)
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ojú, celebro que los tres te hayan causado buena impresión. Al del pobre relojito es al que más cariño le tengo. Llevo retraso con Deantología, lo estoy alternando con demasiadas lecturas, algo que no había hecho jamás. Hoy mismo he empezado un Bolaño, fíjate tú.

      Eso de la charla está hecho, mujer. Lo apunto en la agenda.

      Abrazos,

      D.

      Eliminar