jueves, 25 de diciembre de 2014

El príncipe heredero

Hunde las púas del tenedor en el roscón de Reyes, corta un pedazo y se lo lleva a la boca. La institutriz lo observa, satisfecha de los progresos del pequeño que ha sabido incluso defenderse con los cubiertos del pescado. De pronto, sus dientecitos tropiezan con algo. El niño se saca de la boca un rey de porcelana embadurnado de cabello de ángel y enseña la sorpresa oculta en el roscón a la familia. Los tíos de Grecia aplauden. La madre coge la figurita, la limpia con la servilleta y se la devuelve con una sonrisa. El padre, con solemnidad impostada y reverencia incluida, ciñe la corona de cartón en la cabeza del pequeño. Todos ríen la ocurrencia. También sus hermanas y los primos. En realidad, todos lo hacen menos el hermano mayor. A él el asunto no le ha hecho ni pizca de gracia.

2 comentarios:

  1. Como nos tienes acostumbrados... Un micro llenito de humor negro del que nos gusta y disfrutamos.

    Besos desde el aire

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    1. No te creas, Rosa, que creo que éste ha pasado bastante desapercibido... Pero a mí me gusta y me gusta que te guste.

      Besos desde el bancal,

      D.

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