martes, 26 de noviembre de 2013
Triplenilunio
Desde que salen tres lunas, una debajo de la otra, alineadas como los botones de una inmensa camisa de negra seda, aún se entiende menos el comportamiento de las mareas. El ayuntamiento ha cesado, por innecesarios, a dos tercios de los serenos. Los poetas que no se han colgado de un árbol se pasan las horas suspirando. Los perros aúllan el triple y los gatos, de tanta luz nocturna como tenemos, han dejado de ser pardos. Lo peor viene al dibujarse en el cielo la triple luna llena: lo de los licántropos va a tener, nos cuentan, muy difícil solución.
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Muy bueno, David!
ResponderEliminarGracias, maestro. Nos han puesto el listón muy alto desde el principio este año en la Microbiblioteca...
ResponderEliminarAsí es. Pero dan más ganas. Y sobre todo con Ana María Shua en el Jurado.
EliminarAbrazo!
Desde luego que ése es un muy buen aliciente.
EliminarAbrazo,
D.
Si con una sola luna, estamos como estamos, locos, no te digo yo con tres... Me ha encantado David, gracias.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Una menos en Canarias. Y una más en Valencia.
EliminarGracias a todos vosotros, los que os seguís pasando por aquí. Besos terrícolas,
D.