De la pluma de David Vivancos Allepuz y la iniciativa de Juan Ramón Jerez López, nace este simpático libro de relatos ajedrecísticos salpimentado con algunos microrrelatos que, no solo dan sentido al título, sino que acentúan el estilo alegre y desenfadado del autor.
Historias completamente verosímiles se entremezclan con otras rebosantes de fantasía, algunas incluso con tintes surrealistas. Se trata, aparentemente, de un libro sin más pretensión que la de entretener al lector, pero entre sus páginas también hay lugar para la ironía y la crítica, que a veces se extiende más allá del ámbito ajedrecístico.
Es inevitable que un libro de estas características tenga sus altibajos, ya que algunos relatos siempre gustan más que otros. Pese a todo, el resultado final es el de un libro entretenido que deja una buena impresión y que, una vez finalizado, invita a revisar algunos de sus relatos como si se tratase del resumen de las mejores jugadas de un partido. Así me pasó con el simpático microrrelato "Lección magistral", ante el que el aficionado con hijos pequeños difícilmente podrá reprimir una sonrisa cómplice. Tampoco me dejó indiferente el sorprendente desenlace de "Zdzislaw Balka busca analista", sin duda un jaque mate en toda regla; ni lo absurdo de “Trampas”, ni la sutil crítica de “La semifinal”, ni la última jugada del Pistolero en “Partida aplazada”, ni la desasosegante versión del Dios los cría y ellos se juntan que se plantea en “El método infalible”.
Entre los logros de esta edición, hay que mencionar la excelente fotografía de portada de David Llada, que resume perfectamente el concepto de los microrrelatos insertados a lo largo del libro a modo de cuerpos extraños. Al igual que la escurridiza jugada intermedia que se esconde en una larga variante, el inesperado patito no solo sorprende con su presencia entre las serias y solemnes piezas de ajedrez, sino que -como la prosa de David Vivancos- aporta un toque alegre y desenfadado al conjunto. Todo un preludio de lo que el lector encontrará entre las páginas del libro.
Si te gusta leer y te gusta el ajedrez, no lo dudes: ¡Adopta un patito!
Gracias, José Miguel, por la reseña publicada en el grupo Viciosos del ajedrez.
viernes, 21 de agosto de 2015
miércoles, 5 de agosto de 2015
Las jugadas intermedias, según Mariano García Díez (Artedrez)
Quienquiera que fuera quien inventara esa forma forzada de hablar que tienen los políticos y las políticas y los progres y las progres, la cual los y las obliga a referirse en sus grandilocuentes parlamentos a los ciudadanos y a las ciudadanas y a los trabajadores y a las trabajadoras y a los desempleados y a las desempleadas y a los pensionistas y a las pensionistas, y así hasta decir basta, cayó en la cuenta, fíjate tú, de que al ajedrez se jugaba con cuatro caballos y con ninguna yegua.
La cita que encabeza esta nota pertenece a Paridad, uno de los relatos de "Las jugadas intermedias" de David Vivancos Allepuz (Editado por "Letras de autor" con el patrocinio del editor, promotor y animador ajedrecístico José Ramón Jerez de "Ideas Deportivas Canarias").
No es "Las jugadas intermedias" la primera incursión del autor en la ficción de temática ajedrecística pues ya publicó en 2004 "Mate en 30" (Ajuntament de Barcelona, 2004) y también lo hizo con cierta regularidad en la tristemente desaparecida revista Jaque. El volumen que nos ocupa reúne otros 30 relatos, algunos más bien microrrelatos, centrados en el mundo del ajedrez. Del ajedrez no profesional, del ajedrez de los aficionados, de los jugadores de club, de sus manías, de sus fobias y filias...
Personalmente, la temática del libro me ha resultado tan familiar como perturbadora. Familiar porque como viejo jugador de club, muchas de las situaciones descritas son tan similares (lo relatado en Los sordomudos me pasó tal cual se describe en el cuento hace mil años en la liga madrileña) a las que yo he vivido que pareciera que el autor me hubiera espiado por encima del hombro. Perturbadora por lo mismo. ¿Somos tan predecibles, tan parecidos, tan tramposos en todas partes? Literatura para ajedrecistas ante todo; me cabe la duda, sin embargo, de si le resultará tan interesante al lector no especializado.
Quien desee seguir la actividad del autor puede visitar su blog Grimas y leyendas.
La fotografía que ilustra la cubierta del libro es de David Llada.
FICHA TÉCNICA
DAVID VIVANCOS ALLEPUZ
LAS JUGADAS INTERMEDIAS
LETRAS DE AUTOR. MADRID, 2015
Gracias, Mariano, por la reseña publicada en Artedrez.
La cita que encabeza esta nota pertenece a Paridad, uno de los relatos de "Las jugadas intermedias" de David Vivancos Allepuz (Editado por "Letras de autor" con el patrocinio del editor, promotor y animador ajedrecístico José Ramón Jerez de "Ideas Deportivas Canarias").
No es "Las jugadas intermedias" la primera incursión del autor en la ficción de temática ajedrecística pues ya publicó en 2004 "Mate en 30" (Ajuntament de Barcelona, 2004) y también lo hizo con cierta regularidad en la tristemente desaparecida revista Jaque. El volumen que nos ocupa reúne otros 30 relatos, algunos más bien microrrelatos, centrados en el mundo del ajedrez. Del ajedrez no profesional, del ajedrez de los aficionados, de los jugadores de club, de sus manías, de sus fobias y filias...
Personalmente, la temática del libro me ha resultado tan familiar como perturbadora. Familiar porque como viejo jugador de club, muchas de las situaciones descritas son tan similares (lo relatado en Los sordomudos me pasó tal cual se describe en el cuento hace mil años en la liga madrileña) a las que yo he vivido que pareciera que el autor me hubiera espiado por encima del hombro. Perturbadora por lo mismo. ¿Somos tan predecibles, tan parecidos, tan tramposos en todas partes? Literatura para ajedrecistas ante todo; me cabe la duda, sin embargo, de si le resultará tan interesante al lector no especializado.
Quien desee seguir la actividad del autor puede visitar su blog Grimas y leyendas.
La fotografía que ilustra la cubierta del libro es de David Llada.
FICHA TÉCNICA
DAVID VIVANCOS ALLEPUZ
LAS JUGADAS INTERMEDIAS
LETRAS DE AUTOR. MADRID, 2015
Gracias, Mariano, por la reseña publicada en Artedrez.
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