La gratitud que se experimenta al recibir la llamada de Las puertas del hacedor sólo es comparable a la alegría que se siente al recibir el producto final: cinco ejemplares de mis Muy curiosas y notables fábulas para instrucción de jóvenes hipopótamos, obra de Norberto Luis Romero, que son artesanía fina. ¡Gracias, maestro!
Verdecita estoy... Ya me dejarás echarle un ojo, o los dos. Es una preciosidad. Mi enhorabuena al Hacedor por su maravilloso trabajo y a ti por tus letras.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Precioso, la verdad.
ResponderEliminarEs verdad lo de la llamada de la llave y el placer al recibirlo. Me alegro mucho.
Besos
Canelita en rama el trabajo del Hacedor, de verdad que sí.
ResponderEliminarBesos pa ti y pa ti,
D.
Parece una dedicatoria a los que decorábamos con textos las propuestas de animalitos en egb del profe.
ResponderEliminarEsto que traes aquí es ya en plan muy chulo, no como los bocetos temerarios que hacíamos. Pero me los has recordado. Para bien.
¡Vaya, que no soy un robot! Pones muy difícil comentar con tanto filtro.
ResponderEliminarQue quiero un ejemplar de cruentos ejemplares, firmado y dedicado.
Para mayo, mismamente.
Sí, yo creo que tiene un toque como de cuaderno escolar que le va que ni pintado a ese título tan... ¿educativo?
ResponderEliminarCuenta con ese ejemplar cruento. Tuyo es, mío no... Firmado y dedicado. Y delicado, también. Bueno, delicado, tampoco.
Para mayo. Sea.
Enhorabuena por lo del Hacedor, qué lujazo, tus textos y su delicatessen.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Desde luego que es un lujo el trabajo fino del Hacedor. Un auténtico artista.
EliminarGracias por dejar aquí tu huella, gran jefe ;-)
Un abrazo,
D.