(Con afecto a mi amigo Iván Teruel, con motivo de la presentación, ayer en Barcelona, de su libro de relatos El oscuro relieve del tiempo)
martes, 17 de noviembre de 2015
Teruelidad
Visualicemos cómo Darío siente el impacto de un cuerpo contra su vehículo tras el frenazo. Tratemos de aprehender el silencio líquido, el miedo líquido, la angustia líquida, la tensión líquida que experimenta. Hagamos estas cosas que nos ayudarán a comprender por qué ese gorrión gordo ha interrumpido su alegre vuelo para caer de pronto, muerto, sobre el asfalto de una carretera secundaria de Girona. Y estremezcámonos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nooo, jolines. Esto me pasó. No era gordo y no sé qué pájaro era, pero me sentí tal que así. Buen homenaje.
ResponderEliminarmuy buen homenaje al maestro Teruel. Pobre gorrión muerto en una carretera secundaria de Girona
ResponderEliminarGenial. Dios los cría y ellos lo crean.
ResponderEliminarEsto sí es un homenaje. Genial y muy apropiado al homenajeado.
ResponderEliminarLos martes...homenaje.
ResponderEliminarMe ha gustado, y a Ivan seguro que mucho mas. Un abrazo.
Sois muy generosos porque sabéis bien que esto no es más que un divertimento. Para textos buenos, los contenidos en el original, en El oscuro relieve del tiempo. Desde aquí recomiendo la lectura a todos aquellos que aún no la hayan llevado a cabo.
ResponderEliminarUn saludo a tutti,
D.