miércoles, 30 de julio de 2014
Cerrado por vacaciones
Vuelvo en septiembre con más grimas y más leyendas. Y hasta entonces... ¡no olvidéis supervitaminaros y mineralizaros!
martes, 22 de julio de 2014
Invisibilidad
Si a mí el no verme reflejado en la luna del armario tanto se me da. En lo que respecta al espejo del cuarto de baño, ¿qué decir? Tres cuartos de lo mismo. Total, hace años que ni me peino. ¿Por qué tendría que hacerlo si no hay quien repare en mí? Si nadie me ve, soy invisible a los ojos de los demás desde que tengo uso de razón. A mí lo de los espejos es que me da lo mismo, en serio. No mentiría en algo así. No le encuentro ningún sentido a negar la evidencia. Sólo hay una cosa en todo esto, eso sí, que consigue sacarme de mis casillas. Y es que no se me abran las puertas automáticas de los supermercados y de los grandes almacenes cuando me planto delante de ellas. Que no perciban mi presencia. O no la adviertan, no sé qué verbo hay que utilizar cuando uno se refiere a la capacidad de un engendro –o ingenio– mecánico de detectar a alguien. Sólo eso me altera. Por el frío. Y más con lo crudo que está siendo este invierno. Por el frío, sí, sobre todo por el frío.
viernes, 20 de junio de 2014
ΕΞΟΔΟΣ
Mira el monstruo en la dirección que le señala la espada desnuda de Teseo. Incapaz de encontrar la salida por sí mismo durante todos estos años, vagando a tientas por los estrechos –húmedos, fétidos– pasadizos del dédalo en cuyo interior se consume, quebrando a su paso las calaveras de enemigos antiguos, es el rey de Atenas quien ha tenido que llegar por mar para mostrársela.
Comprueba ahora la veracidad de las palabras de aquellos desventurados que entraron para darle muerte. Y el Minotauro suspira, se desvanece y cae sobre los huesos de los guerreros olvidados, extrañamente sereno, extrañamente feliz, al distinguir, al otro extremo de la hoja manchada de sangre, esa luz tantas veces anunciada al final del túnel.
Comprueba ahora la veracidad de las palabras de aquellos desventurados que entraron para darle muerte. Y el Minotauro suspira, se desvanece y cae sobre los huesos de los guerreros olvidados, extrañamente sereno, extrañamente feliz, al distinguir, al otro extremo de la hoja manchada de sangre, esa luz tantas veces anunciada al final del túnel.
lunes, 16 de junio de 2014
Madera de héroe
Acallado ya el eco del desgarrador desconsuelo de familiares y amigos, el carpintero se acerca disimuladamente al ataúd del soldado, mira furtivo en ambas direcciones y acaricia con orgullo el fruto de su trabajo.
(El microrrelato Madera de héroe es uno de los finalistas del mes de mayo de La Microbiblioteca. Podéis leerlos en el siguiente enlace)
(El microrrelato Madera de héroe es uno de los finalistas del mes de mayo de La Microbiblioteca. Podéis leerlos en el siguiente enlace)
martes, 10 de junio de 2014
Sancha es Castilla
- ¿Acaso ignoráis, fementida y cobarde canalla, que el hi de perro mago Frestón está jugando con nosotros? ¡Las almenadas torres que albergaron los aposentos de nobles damas y princesas se desplazan de aquí para allá a su hechicero antojo! ¡Se alejan, se marchan definitivamente ante mi pasmo y vuestra indolencia! -clama el caballero con los ojos desorbitados y enfebrecidos, el dedo acusador extendido-. ¡A fe mía, bellaco descomulgado y pestífero, que debo evitar que nuestra Castilla haya de ensancharse hasta perderse de vista! ¡Conseguir, aunque tuviera que dejarme la vida en la empresa, que retornen los campos a los peones que los labraron y los caballos a los prados desaparecidos! –continúa, encasquetándose con un gruñido la bacía llena de abolladuras.
Y el extremeño Juan Morán, que para entonces ya se ha arrepentido de haber hecho un alto en su camino a Santander en la venta de Urueña, busca en vano con la mirada la ayuda de Sancho, quien anda enfrascado cortando hogazas de pan para el queso recién sacado del morral. El viajero, algo aturdido, observa al viejo chocho, se mordisquea la yema del pulgar en actitud reflexiva y adelanta, por fin, la torre amenazada por el alfil blanco.
(Relato ganador de la Quedada de ENTC celebrada en Urueña -Valladolid- el 7 de junio de 2014)
Y el extremeño Juan Morán, que para entonces ya se ha arrepentido de haber hecho un alto en su camino a Santander en la venta de Urueña, busca en vano con la mirada la ayuda de Sancho, quien anda enfrascado cortando hogazas de pan para el queso recién sacado del morral. El viajero, algo aturdido, observa al viejo chocho, se mordisquea la yema del pulgar en actitud reflexiva y adelanta, por fin, la torre amenazada por el alfil blanco.
(Relato ganador de la Quedada de ENTC celebrada en Urueña -Valladolid- el 7 de junio de 2014)
miércoles, 28 de mayo de 2014
Generación perdida
Los desconcertados marineros se reencuentran en la plaza tras su alocada carrera por las calles del puerto. Se preguntan, jadeantes, dónde estarán las mujeres prometidas por Ulises después de tantos años de travesía. De penurias. Y ellas, las viejas con las cuales han ido tropezando aquí y allá, en las esquinas, en los soportales, sentadas a la puerta de las casas de paredes encaladas, apartan por un instante la vista de las muñecas de madera y cabellos de alga que tienen en sus regazos y cesan de acariciarlas y peinarlas, de jugar con ellas, y fijan sus ojos hundidos en esos hombres esqueléticos de piel de cuero moreno que tanto les recuerdan a quien, décadas atrás, llegara a la isla de las mujeres diciendo ser el rey de Ítaca. Y suspiran. Nostálgicas.
jueves, 22 de mayo de 2014
La mano
Dos moscas corretean, se persiguen ligeras, traviesas, sobre el tapete. El crupier las espanta con un gesto incierto, como acariciando el aire. Entonces el manco de los párpados hinchados, tras una pausa valorativa que se prolonga demasiado, vuelve a mirarme con expresión neutra y descubre, al fin, sus cartas. Yo muestro mi trío de jotas con despego vencedor y gano la mano. La tiro al cubo, con las demás, y se levanta una nube cabreada de moscardones que zumban. A una señal del crupier, el manco abandona desolado la mesa de juego y un hombrecito con aire desafiante lo sustituye.
(El microrrelato La mano es uno de los finalistas del mes de abril de La Microbiblioteca. Podéis leerlos en el siguiente enlace)
(El microrrelato La mano es uno de los finalistas del mes de abril de La Microbiblioteca. Podéis leerlos en el siguiente enlace)
miércoles, 7 de mayo de 2014
Infancia, en Viejos amigos
El pasado mes de abril vio la luz la audioantología Viejos amigos : una aproximación literaria al mundo de la vejez, un proyecto de Pablo Gonz que reúne 69 microrrelatos de 47 autores de Argentina, Chile, Perú, Colombia, México y España. Y que vale la pena conocer y difundir.
Podéis escuchar el audiolibro en el siguiente enlace. Mi colaboración para el mismo, “Infancia”, a partir del minuto 7.58.
INFANCIA
"¿Hay algún cuentista en el tren?” Me levanté con la premura que la voz metálica reclamaba y corrí, siguiendo sus instrucciones, hacia el vagón restaurante. El revisor respiró aliviado al verme llegar y me dejó a cargo del viejecito. El anciano miraba el paisaje con los párpados entornados y recitaba, balbuceante, nombres de colinas y prados de la infancia, sumido en una especie de trance. “Fíjese bien. El trigo maduro, el vuelo del grajo. Y ellos… ellos leen, dormitan. Los pasajeros son insensibles. Ayúdeme, por favor”, rogó apretando con fuerza mi mano. Saqué la libreta apresuradamente y comencé a escribir todo lo que me fue dictando.
Mi agradecimiento a todos los que han hecho posible que esta bonita iniciativa sea ya una realidad.
miércoles, 30 de abril de 2014
El estrangulador
Me ha seguido hasta casa y ha conseguido, no sé cómo, vencer la
resistencia de la cerradura y abrir la puerta. El estrangulador ha
apartado el sofá del salón de mala manera creyendo que yo estaba oculta
detrás y ha empujado el colchón al suelo, convencido de encontrarme
aovillada debajo de la cama.
A través de las rendijas de la puerta corredera del armario lo he visto dirigirse hacia mi escondite. Lo ha abierto con violencia y ha mirado en el interior. La penumbra está siendo mi mejor aliada, si bien dudo de que acabe dándose por vencido. Se ha girado, ha echado un vistazo a la colcha, en el suelo, con su quemadura de cigarrillo, y, tras un instante de duda, ha vuelto sobre sus pasos. Ha metido la cabeza en el armario y ha tirado de una de las sábanas del montón bajo el cual me cobijo.
Sin darle oportunidad de retirar ninguna otra más, me he incorporado rápidamente y he corrido, evitándolo con un empujón, hacia la esquina de la página. La he pasado y lo he dejado allí atrás, vociferando y lleno de rabia, en el último párrafo del capítulo nueve.
A través de las rendijas de la puerta corredera del armario lo he visto dirigirse hacia mi escondite. Lo ha abierto con violencia y ha mirado en el interior. La penumbra está siendo mi mejor aliada, si bien dudo de que acabe dándose por vencido. Se ha girado, ha echado un vistazo a la colcha, en el suelo, con su quemadura de cigarrillo, y, tras un instante de duda, ha vuelto sobre sus pasos. Ha metido la cabeza en el armario y ha tirado de una de las sábanas del montón bajo el cual me cobijo.
Sin darle oportunidad de retirar ninguna otra más, me he incorporado rápidamente y he corrido, evitándolo con un empujón, hacia la esquina de la página. La he pasado y lo he dejado allí atrás, vociferando y lleno de rabia, en el último párrafo del capítulo nueve.
miércoles, 2 de abril de 2014
Muy curiosas y notables fábulas para instrucción de jóvenes hipopótamos
La gratitud que se experimenta al recibir la llamada de Las puertas del hacedor sólo es comparable a la alegría que se siente al recibir el producto final: cinco ejemplares de mis Muy curiosas y notables fábulas para instrucción de jóvenes hipopótamos, obra de Norberto Luis Romero, que son artesanía fina. ¡Gracias, maestro!
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